Y una hora más tarde, vemos como a lo lejos se va acercando ese ferrocarril azul que en tantas fotos y vídeos habíamos visto. ¡Ya está aquí! Tenemos los tickets en la mano y ahora llega el momento caótico de tener que buscar nuestro vagón. Pero ahí teníamos a nuestro Anton que no se quería ir de la estación hasta que nosotros estuviéramos subidos y bien sentados. ¡Parece como nuestro padre, tan preocupado por nosotros! Y emocionados, con una sonrisa de oreja a oreja y con ese no se qué en la barriga, subimos a nuestro vagón y nos sentamos en nuestros asientos, el 9 y el 10 del último vagón. Y ahí nos tienes, sentados y diciendo adiós por la ventana a Anton, como si de un familiar nos estuviéramos despidiendo antes de irnos a un gran viaje. ¡Como de película! Este señor es ante todo humildad y corazón.
Suena el sonido que anuncia la partida del tren y se empiezan a poner en marcha los motores lentamente, empezamos a avanzar y atrás dejamos Nuwara Eliya, la pequeña Inglaterra de Sri Lanka…
Pero seguimos envueltos del mismo paisaje, colinas enormes llenas de plantaciones de té. ¡Precioso! Y allí estábamos como dos niños la primera vez que se montan en un tren, intercambiando miradas y sonrisas con nuestros compañeros de viaje, turistas de todas partes del mundo y mucha gente local. Yo no podía dejar de asomarme por la ventana, mis ojos parecían dos platos enormes de lo abiertos que los tenía… ¡No me quería perder nada, ningún detalle, ninguna sensación de ese trayecto, de esos momentos! Pero no me conformaba con mirar por la ventana, yo quería ir a las puertas, abrirlas y tener en frente de mi una gran ventana enorme con unas vistas únicas.
Éramos muchos los turistas que queríamos estar en esas puertas, así que íbamos haciendo turnos para que así todos pudiéramos vivir esa experiencia. Y allí nos tienes, sentados en el borde de una de las puertas, con las piernas por fuera, en otros momentos de pie sacando la cabeza y estando muy atentos de cuando pasábamos por zonas estrechas de meter nuestro cuerpo hacia dentro. ¡Increíble la sensación de estar allí de pie, con el tren en marcha, el tuc tuc de su sonido a medida que va avanzando, con el viento en tu cara y disfrutando de un paisaje increíble! Un paisaje que fue cambiando a medida que íbamos avanzando. Empezamos con grandes colines de té, para después cambiar a impresionantes bosques de enormes árboles y terminar de nuevo en las colinas de té.
Un camino que dura unas 3 horas en el que nada tiene desperdicio. Una imagen que nunca se me borrará de la mente es esa en la que miraba hacia delante de tren con mi cabecita fuera de la ventana y veía muchísimas cabecitas de otras personas todas ellas haciendo exactamente lo mismo que yo: observando todo lo que nos íbamos encontrando a nuestro paso.
Tampoco se me olvidará la imagen del tren azul pasando por túneles y preciosos puentes, ¡algo realmente espectacular! ¡No nos extraña que sea uno de lo trayectos del mundo más bonitos! Porque es verdaderamente precioso, ¡hay que vivirlo!
Hicimos también varias paradas en diferentes estaciones en las que se bajaban y subían viajeros. Hubo un rato en el que me senté en un sitio diferente en el que mi compañera de viaje era una señora mayor ceilandesa muy simpática con la que tuve una larga charla. Me preguntó de dónde veníamos y ella aprovechó para contarme dónde iba, dónde vivía y cosas de su familia. Son estos pequeños momentos con los que uno se queda, ¡nunca olvidaré a esa señora y esa conversación! Es algo que siempre tendremos en común ella y yo.
Y es que todo en ese trayecto valía la pena; el paisaje, el ambiente, el sonido, los sentimientos, las caras de las personas… ¡Todo! No he hecho muchos trayectos en tren en mi vida, así que no puedo comparar este con otros, lo que sí sé es que para mi ocupa actualmente el puesto número 1 de trayectos en tren de nuestra vida. Ahora entiendo porqué la gente habla maravillas de él… Por mucho que leas, veas fotos o te lo cuentes, ¡vivirlo en cien veces mejor!
8 comentarios
Increible!! Enhorabuena por el blog, por el viaje y por lo que transmitís, las fotos son alucinantes, me chiflan pero por favor no os sentéis en esos puentes que tengo vértigo y casi me da algo…demasiado para mi…
Muchas gracias Patricia!!! Primero por leernos y por este mensajito que nos hace siempre muchísima ilusión recibir y saber que hay gente a la que le gusta lo que hacemos y cómo lo hacemos!!! Gracias por eso! Ah y no te preocupes que no era nada peligroso lo del puente, yo (Marta) soy muy miedica con el tema de las alturas y si me subí es porque no era peligroso, jeje Y esperemos tenerte cerquita y como compañera de nuestro viajes durante mucho tiempo!
Un abrazo desde Mallorca! Muaks
Marta.
Hola, estoy utilizando las recomendaciones de vuestro blog para preparar mi viaje estas navidades a Sri Lanka. Una de las cosas que más me apetece, es hacer el trayecto en tren de Nanu Oya a Ella y como coincide que tendré que hacerlo el día 31 de diciembre me gustaría asegurarme los billetes.
Por lo que cuentas, comprasteis los billetes con antelación, como lo hicisteis?
Un saludo y muchas gracias por adelantado 😉
Buenas Aldara! Unas navidades en Sri Lanka, ya verás qué sueño! Nosotros lo pasamos genial! Referente al tema de los billetes de tren que nos comentas, decirte que nuestros billetes los sacó con antelación nuestro driver, para así asegurarnos un sitio en el tren! La verdad es que no podemos ayudarte en ese sentido, pero seguro que hay otros blog de viajeros que lo hayan comprado ellos y que os podrán ayudar! Lo que sí os recomendamos, como quieres hacer, es comprarlo cuanto antes ya que el tren iba bastante a tope de gente.
Para cualquier otra cosa, no dudes en preguntarnos!
Un abrazo!
Marta
Muchas gracias por responder de todas formas. Intentaré comprarlos lo antes posible. Un saludo!
Aldara
Me sabe mal no haberte podido ayudar! Para cualquier otra cosa, no dudes en escribirnos!
Un abrazo!
Marta
Justwotravel
Hola, gran viaje!! Y que forma de documentarlo…muy TOP. Nosotros vamos ahora en Septiembre y tengo una duda. Por que fuisteis al Safari de Kaudulla y no a Mineriya. Muchas Gracias!
Buenas Álvaro!
Muchas gracias, nos encanta que nuestros lectores nos comenten! Vamos a la duda: hicimos el safari en Kaudulla porque la época en la que fuimos había más elefantes en este parque que en Mineriya. Entonces, dependiendo del mes en el que vayáis, los expertos os recomiendan uno u otro.
Espero haberte aclarado la duda!
Un saludo,
Marta.